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domingo, 10 de enero de 2021

Génesis, Origen, Comienzo, Comella


 

Origen. Granito de Quintana de la Serena. 140X100X 900 cm. La Comella. Tarragona. Inicio del proyecto: 1976. Finalización: 2020- La obra está desarrollada en el libro: Procesos Creativos.

Orígen 

El año 1976 inicie el trabajo de Las fites (mojones o hitos), elementos verticales que señalan el territorio y se asocian con lo vivo, emergente y masculino. En aquel tiempo, poner una piedra de pie era construir una metáfora visual, sencilla y gráfica. Con ella podía ver el movimiento de los límites del espacio, entender el ser o el no ser, la nada-piedra que podía convertirse en obra. Así fueron los encuentros con el elemento vertical y de ahí surgieron algunas piezas.


Con la cámara de fotos buscaba las señales en el espacio y ejecutaba acciones: Cantan las piedras, Objecte per viure l’espai, Biblioteca de la Serena. Realicé matrices que centran el lugar y definían el límite: Espai Mínim, Espai final o total. Este proceso se amplió hasta que encontré un área de pensamiento nuevo: Reflexiones en la cueva (1975). El lugar fue un encuentro casual, le di cuerpo femenino y el proceso que seguí fue el mismo que el de los hitos, (fites, 1975). Quería saber, o ver las cosas de otra manera, entender la idea de Origen como proceso estético, poner elementos en juego que aportaran la nueva visión: el concepto de creación.



La Cova del Garraf. 1975. Lugar de realidades estéticas indefinibles.

En la nueva propuesta leí a Heidegger: El ser y la nada. Quise encontrar la frontera entre lo que pensamos y aquello que hace pensarnos. En el ambiente cimbraba la pregunta: cómo es que estamos aquí si podíamos no estarlo.

En las cuevas surgieron los pensamientos en la penumbra, el origen de la luz mental y el encuentro con lo extraordinario. Entendí que en la oscuridad surgían las ideas de otra manera, flameaban y se formaban los conceptos, aparecían las contingencias generadas en el Libro oscuro. [1] Así fue el proceso hasta formar y exponer un poema visual, una “ecuación” que le llamo Origen y lo expreso de esta manera (∞ = 0 = ∞). El círculo vacío, el cero sin decimal, termina sobre sí mismo, representa la vacuidad, la perfección del vacío, lo absoluto en la nada. Esa forma la encontré definida en el huevo y lo trabajé el año 1977.

el infinito
es igual a la nada
que se repite


Espai mínim. 1978-79 Riera de Maspujols.

El año siguiente realicé una acción alegórica para “recuperar” la experiencia espacial del comienzo, la que proporciona el tiempo inicial en el vientre de la madre. Le llamé Espai mínim [2] y fue la continuación de la serie que trataba el tema de El huevo. Esta obra incorporaba conceptos trabajados en la playa de Casteldefels, ideas sobre el espacio y el tiempo y los representaba con la siguiente forma:  ---//---.

Trabajos sobre espacio-tiempo.  Castelldefels. 1974. Origen del logo personal que utilicé posteriormente.

Este dibujo salió sin pensar, surgió de los imponderables de la acción, la línea que realicé con un palo y los pies sobre la arena de la playa. Al principio, aquello formaba una aporía que quise salvar ya que el infinito se reproduce infinitas veces, pero nosotros estamos aquí para desmentir el concepto y lo hacemos al experimentar la finitud del tiempo.
El vacío del cero se hizo un atrayente seductor: del huevo primigenio, sin ser simiente, surgió lo que hoy vemos. El razonamiento es sencillo si miras el rostro del mundo: el Origen se dio y surgió de la nada. La propuesta estética era ambiciosa y merecía la pena dedicarle unos años. Así lo hice...

El significado de este acontecimiento nos hace contemplar el espectáculo conceptual más asombroso y nos obliga a tomar consciencia para verlo. La realidad de la playa se borra a cada instante, el tiempo fluye en todas las direcciones, pero cada uno de nosotros sólo podemos ver y entender una dirección: del pasado hacia el futuro.

La fuerza generadora del sol sobre la tierra es la gran urna del asombro y con ella nos recogemos y alimentamos cada día. Nada se le puede igualar, su expresión es tan poderosa, tan esencial, que de ella surge un concepto difundido entre mis reflexiones: la belleza de la luz produce la flor de la vida y nos regala “la realidad estética”. Nada iguala su poder de seducción y nada queda de nosotros fuera de su influencia.
el universo:
experiencia poética
flor del instante

El logo anunciado apunta hacia una abstracción irresoluble pero siempre atrayente: cómo empezaron los procesos creativos, dónde queda la consciencia, ¿somos herederos del pasado?.

¿Qué fecundó al cero?
La pregunta puede resultar inocente, pero el propósito de ver en la nada el cero no lo es. Como discurso, el vacío, nos hace mirar hacia un lugar sin cuerpo, sin espacio definido y sin tiempo memorizado. En el Origen no había nada: así estaba mi mente cuando empecé a elaborar la idea. Este poema visual (∞ = 0 = ∞), propone un suceso incomprensible y apasionante. Así pues, a ese esquema primario se le ha llamado Génesis, Inicio, Origen, Momento singular, Nada y todo, Huevo cósmico, Motor germinal, Élan vital, Acción de Dios, AUM de los vedas o la semilla de Vishnu cuya inexistente existencia expande el cosmos…


















 Huevos. Colección Virginia Figueres. 1978. (Agradecido por su confianza y amistad).



En aquellos años lo dibujé en el suelo junto a las operaciones del anillo, al final pensé en grabarlo en una piedra vertical que mirara hacia el sol. La idea es tan persistente que la he seguido, la he trabajado y modelado una y otra vez, así hasta que ha surgido un libro titulado Procesos Creativos. Soy consciente de que es un relato complejo que se puede hacer sencillo para todos: en el fondo de la cuestión, una piedra vertical es un juego de niños que tiene como finalidad tumbarse. En este caso presenta ciertas dificultades de comprensión, por lo cual, aconsejo la lectura propuesta: Procesos Creativos. Es un intento de aportar luz a la experiencia de buscador y donde trato la vivencia estética, en el desarrollo del tema Origen. La obra que ahora está en La Comella también es un juego de símbolos. Me ilusiona tenerla en casa: aunque parezca incomprensible ya soy ajeno a lo que ella contiene. Me sorprende la manera que tenemos de concebir lo inabarcable: desde la visión estética es un reto siempre presente. Nuestro mundo, entre otras muchas cosas, es una bella experiencia.

Uróboros y cueva

Origen es una obra y una pregunta recurrente: siempre moviliza la fuerza de la creación. Cuando trabajaba el tema de los huecos, las canteras y los senderos perdidos, me interesé por los motivos simbólicos que desprendía todo aquello: lo impermanente, el infinito, el caos y el laberinto de la mente. Fue entonces cuando apareció la experiencia estética en las cuevas. Una caverna tiene mucho de vientre, eremitorio y lugar de reflexión. Entrar en ella invita a regresar, hacer la travesía invertida por el corredor del cordón umbilical, así hasta el inicio del trayecto del pensamiento. Por este motivo realicé El Pozo (1989), La Cueva de Castellvell (1989.90) Tendré que sumergirme para tomar aliento (1997), Breve introducción a la teoría del escamoteo (1981).


La cueva de Glíptica. 2004-2007. La Comella. Tarragona.

Entrar en los socavones suponía iniciarme en los misterios de la vida y la muerte, memorizar los pasos anteriores a la existencia y comprimirlos en un instante. Pensaba que el ombligo es la puerta de un laberinto biológico que une al primer ser vivo. Por algún motivo, el ADN adopta esta forma de espiral con memoria que se reproduce con el saber acumulado. La experiencia me estimulaba a actuar y hacer una alegoría de los procesos reversibles: sabemos que el infinito es imposible como realidad física. La cueva-huevo ayudaba a remarcar el encuentro con la tierra, obligaba a nacer de ella, salir del tiempo mineral y entrar en un periodo indeterminado, emerger de allí con memoria personal. Ella, la tierra, es la materia que nos hace y nos deshace y, en sus resonancias, estamos incluidos como lo están todas las formas vivas. La inteligencia que activa esa operación es indiscutible.

¿Qué mueve esta acción infinitas veces?

La idea de la repetición quedó presente en el uróboros, la serpiente que se devora así misma y forma el lazo continuo.
si no hay fin
no pudo haber comienzo,
flor del origen

Esta es la incisiva cuestión que pervive en la mente y se activa constantemente: la circunstancia que busca la respuesta en la emergencia creativa del origen. En el CERN lo buscan con los medios que proporciona lo ciencia. Escrutan la respuesta que ofrece una partícula al ser golpeada con un de martillo, lo hacen como yo cuando buscaba en Cantan las piedras (1975). Aúllan, gritan, se  encienden y cuartean hasta reproducir el momento inicial, el vahído germinal del Origen donde la nada adquiere masa. Para ello las hacen chocar  a la velocidad de la luz, golpe tras golpe, así hasta crear nuevas partículas del terrible y luminoso encuentro. De esta manera encontraron el bosón de Peter Higgs en el 2012.



Hitos de Fraga. 2004.

Antes nos movíamos envueltos en la leyenda, la de Zeus y Thor con sus rayos y martillos era virtual, pero tenía la fuerza del relato. Aquí es físicamente real: los electrones se golpean así mismos, se encuentran de frente a la velocidad de la luz y se rompen en las unidades más diminutas, las originarias de la causa posterior. Así entendamos el Proceso Creativo por el momento. El mito fue primero, él abrió el camino del ingenioso anillo de electrones y con él se hizo visible la naturaleza oculta de los procesos creativos. El cero-huevo se llenó de contenidos luminosos, el Big Bang puso en marcha la semilla de Vishnu: “la inexistente existencia que se expande por el cosmos lentamente. (∞ = 0 = 00000000000…1). El Génesis, la creación, el Origen, es un bello relato que bien merece una solución formal: la escultura de La Comella.

Siempre es ejemplar entender los cambios en el pensamiento, por ello es oportuno y recurrente exponer aquí otra visión del comienzo, la que presentó Don Pedro Calderón de la Barca en El Gran Teatro del Mundo:
“Mundo.
¿Quién me llama,
que desde el duro centro
de aqueste globo que me esconde dentro
alas viste veloces?
¿Quién me saca de mí? ¿Quién me da voces?

Autor.
Es tu Autor Soberano.
De mi voz un suspiro, de mi mano
un rasgo es quien te informa,
y a su oscura materia le da forma”.[3]

Para entender algunas partes del proceso me he enfrentado al vacío interior, la “vacuidad” como espíritu y he intentado iluminar aquello que desconocía. La fase experimental empezó en la cueva del Garraf y la motivación fue la fuerza de la nada. El no saber fue el motor que movió el acto de caminar sobre la oscuridad y pensar en ella y desde ella. Es decir: entendí que la necesidad de conocer mueve la luz interior para ver lo real, aquello que preside el proceso de la acción posterior.

Vuelvo a El Gran Teatro del mundo:
“Tú, que siempre diverso,
la fábrica feliz del universo,
eres, primer prodigio sin segundo,
y por llamarte de una vez, tú el Mundo,
que naces como el Fénix y en su fama
de tus mismas cenizas”.

En este proceso interminable de búsquedas y encuentros, citaré la obra que está implícitamente unida al Origen; Anell de pedra (1974-2001). Aquella pequeña acción, trazar un círculo en el suelo, trajo consecuencias que aún no han terminado de emerger.


Huevo de las Cunanas. 2007-2012.

En La Comella está instalado el Anell de pedra. Un día fuimos un grupo de personas a verlo, dimos varias vueltas al círculo por la parte interior, es un movimiento insinuado que no tiene otro cometido que el de caminar en círculo. Entonces fue cuando sucedió algo que no se puede compartir. Una de las personas caminaba pensativa y seguida por un rumor, cambió la dirección y se detuvo justo en el centro. Afirmaba que sentía rumores, la presencia de voces y lo afirmaba como una verdad indiscutible. Me lo tomé a broma, pero él insistía, seguía escuchando murmullos hasta que me sobrecogió la idea. Yo no los he sentido nunca, pero tengo ejemplos de cómo la naturaleza habla con la misma voz en lugares y tiempos diferentes.

Gregorio Bermejo Tarragona 30-10-2020

 


[1] Libro oscuro. 1986, Pizarras de Villar del Rey. Extremadura.

[2]  Primero realicé la acción en la riera de Máspujol y posteriormente en 1990, hice la obra con mármol de Markina. Se trata de una escultura de buenas proporciones, actualmente situada en la Morella Nuts en Castellvell del Camp. La idea era unir la cúpula y el cubo en una sola experiencia y terminar de anotar el simbolismo del huevo como elemento de fecundación. Fue la primera versión del lugar vacío, el huevo para ser ocupado por el espectador ya que para contemplar la obra hay que entrar dentro. En esta obra la idea aparece completa: fecundar y ser fecundado con ella. Posteriormente, este concepto tomaría fuerza con las mukhalingas (1995-2016), obras de pequeño formato que recogen la fuerza seminal del acto amoroso. Con el mismo principio seguí trabajando en las esculturas para ser ocupadas experimentalmente; Glíptica, (2005), Capilla turkana, 2003, Nsasi (2010), No parlaré mai més (2003-2007), Escucha atentamente (2003-2007). La idea se repitió años más tarde en la Ventana del asombro (2010), y en el concepto de traspasar la puerta del laberinto, la llegada al mundo acompañado del primer aullido; ante ese lugar genésico, siempre aparece la misma pregunta. ¿Qué hay antes de nacer? ¿Qué hay después de morir?

[3] Pedro Calderón de la Barca. El gran teatro del mundo. 1643-1645 


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